Cuando llegas a inspirar lástima en las personas, especialmente los miembros de tu familia, sabes que has tocado fondo.


¿Matarlos? Sí, sería una buena idea...

Matarlos a todos, a sangre fría, con mi amado cuchillo de hortalizas, tal afilado que corta la piel con sólo rozarla.

...


Aun quiero matar.

Quiero estrangularla a ella, apuñalarla, torturarla, morder sus brazos y masticar su carne... Y a él, a ese maldito engreído, pervertido, quiero mutilarlo y arrancar sus ojos con mi amado cuchillo... Cuchillo de hortalizas.

Vamos a matar, a matar gente, pérfidas criaturas, insolentes animales, sucios, sucios asquerosos...

-cierro-